Mejora de la articulación
No hay que
obligarles ni alargar demasiado el tiempo (no más de media hora), ni hacer
ejercicios demasiado estrictos. Deben convertirse en un juego para que de una
forma lúdica, el niño vaya progresando. Cuando son pequeños, la mejor
forma de mejorar la pronunciación es a través de juegos y sobre todo, que no se les
corrija de forma negativa ni se les diga que no saben hablar, esto podría
afectar muy negativamente a su autoestima.
Hay algunos ejercicios que podéis hacer en
casa, aunque es muy importante tener cierto “tacto” para que no se convierta en
algo con lo que el niño acabe a disgusto y termine provocando el efecto
contrario al deseado.
Trabajando los músculos de
la cara, de la lengua y la
respiración para conseguir
que el niño pronuncie adecuadamente.
Les proponemos algunos
ejercicios, a modo de ejemplo, se pueden practicar estos o cualquier otros
relacionados.
•Ejercicios
respiratorios y de soplo:
No se debe respirar con la boca abierta.
Oler objetos:
chicles, chocolate, flores, un ambientador, comida etc.
Inflar globos. Se pueden utilizar primero con ayuda
de las manos.
Inspirar por la
nariz a diferentes velocidades y espirar por la boca a diferentes velocidades
también.
Haciendo sobresalir
el labio inferior que sople hacia arriba, de forma que levante el pelo del
flequillo.
Hacer pompas de
jabón.
Jugar con objetos
de fiesta adecuados para el soplo, como molinillos, matasuegras, trompetas,
silbatos, etc alternando el soplo fuerte y flojo.
Soplar, aspirar,
hacer burbujas por una pajita.
Tomar líquidos y
traspasar lo de un vaso a otro a través de una pajita.
Apagar la llama de
una vela, colocando ésta a diferentes distancias. Mover la llama de una vela
sin que llegue a apagarse. Encender varias velas y que las apague de un sólo
soplo. Encender varias velas y apagarlas de una en una. Apagar velas con
pajitas.
•Ejercicios de
entrenamiento de la lengua:
Sacar la lengua, mover la
punta hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo.
Chasquear la lengua con el
paladar superior a diferentes velocidades, morderla ligeramente, recorrer los
dientes de izquierda a derecha y luego al revés, doblarla hacia dentro.
Con los labios juntos, colocarlos
en posición de beso y de sonrisa.
Hacer morritos.
Hacer morritos hacia la derecha y
hacia la izquierda.
Silbar.
Hacer ruido de motor con los
labios.
Hacer el pez.
Hacer petorreo con los
labios. Inflar y desinflar las mejillas
con aire.
Masticar chicle.
ORIENTACIONES:
Si su hijo pronuncia una
palabra de forma incorrecta no le atosigue, pero recuérdele (repitiéndola bien usted)
cómo es correctamente la palabra. El niño no debe entender que su mala
articulación se da por buena.
Las cosas deben ser
denominadas correctamente. No le hable con "lenguaje bebe". No
contribuya a retenerlo en un grado de infantilismo afectivo y lingüístico.
No debe exigirle un
esfuerzo que no sea capaz de realizar. Su hijo no debe tener sentimientos de
impotencia. La mayor catástrofe que nos puede ocurrir es que su niño se niegue
a hablar.
Su hijo adquiere lenguaje
viendo cosas, tocando cosas. No le abandone a su soledad. Provoque situaciones
de diálogo, suscite preguntas...
Su hijo tiene que
"crear". Hay que hacer que se esfuerce y no dirigirle en exceso de
forma que sólo conteste "sí" o "no".
Ejercitar los movimientos
de la boca con todo tipo de estratagemas y juegos.
También con tipos de
alimentación que incluyan masticación, deglución adecuada... (ha de masticar su
filete, el pan, la fruta...), mascar chicles...